JUAN CARLOS G. PARTIDA
Las dos caras
Nadie imaginaba que el PAN iba a ser echado a patadas como sucedió ayer. A patadas, largo de aquí, fuera, como ocurrió en 1994, cuando el priísmo también fue echado ídem por una sociedad harta de sus gobiernos corruptos y corporativistas, negligentes además tras las explosiones en el sector Reforma.
Ni en su peor sueño, Jorge Salinas y su cuñado Lalo Rosales imaginaron que Aristóteles les iba a ganar por 100 mil votos de diferencia. Ni en su peor sueño, el grupo dominante en el PAN estatal pensó que iba a perder las principales ciudades de Jalisco, incluida toda la ZMG, que hasta tuvo el muy importante triunfo del PRD-PT en Tlajomulco, con un Enrique Alfaro que pudo sobreponerse a muchos escollos desde adentro y desde afuera de su partido.
Si la autocrítica que tanto pregonan los panistas es eficiente, Lalo Rosales tendría que renunciar este lunes. Ningún dirigente panista desde que el PAN arrasó en Jalisco había tenido resultados tan contundentes en su contra. Salvo que consideren que Huejúcar o Chimaltitán, donde sí ganaron, es un escudo contra los rayos del enojo natural que habrá entre el panismo por tan deleznable cosecha.
Claro que mucho abonaron factores como el divisionismo, que por más que quiso ocultarse confrontó a los dos grupos hegemónicos blanquiazules, el pésimo desempeño como gobernador de Emilio El Alteño –que hasta sus paisanos reprobaron ayer al ganar el PRI esa demarcación–, el hartazgo de 15 años de gobierno contra un partido que no supo gobernar para todos y siempre mostró elitismo a favor de los más ricos.
Pero no cabe duda que el harakiri definitivo, el que pesó e inclinó la balanza de tal manera desproporcionada, vino desde la construcción de la campaña salinista. Lalo Rosales y Abraham González Uyeda echando lodo hasta por las orejas como operadores políticos, en réplica desgastada a las ¿estrategias? seguidas en anteriores procesos y que hoy se convirtió, por fin, en un evidente insulto a la inteligencia de la ciudadanía que se dio cuenta del modus operandis blanquiazul, ése de joderse todo lo que camine con tal de llegar primero.
Yo alguna vez en este espacio dije, hace al menos cinco meses, que a Emilio El Prianista lo mejor que le podía pasar era que ganara el PRI. Se puede llevar mejor con ellos que con el grupo de exexFRA, como quedó sentada esta primera mitad del sexenio donde todos los obstáculos mayores vinieron de la ambición de triunfo de los cuñados, de la soberbia por todos conocida de Ramírez Acuña, quien sí logró de panzazo su diputación federal pero con tan malas cuentas que llegará al Congreso de la Unión cuando mucho con la posibilidad de encabezar alguna comisioncilla, tal vez la de asuntos sin trascendencia, en la que Germán Martínez lo ubicará con mucho gusto para que rumie el peor fracaso de su carrera política.
El gobierno estatal, además se sacude al grupo de exexFRA de la garganta en el Congreso local. También llega de panzazo González Uyeda, pero los diputados blanquiazules serán minoría en la siguiente Legislatura y eso ya no hará daño a los proyectos de Emilio El Proyectista, que verá como el súper archi mega estratega panista importado para esta elección desde la Secretaría de Gobernación, quien se preveía como seguro precandidato panista para la gubernatura en el 2012, también coordinará pero una minoría frustrada que incidirá pero sin un peso definitorio como había sucedido hasta hoy.
También el precandidato a gobernador Ferguz Man, quien le echó su partecita al descalabro con su destape a una semana de las elecciones, está contento porque queda como el candidato natural del PAN para el 2012. Está cantado que para entonces lo acompañarán otros dos candidatos seguros, Jorge Aristóteles Sandoval por el PRI y Enrique Alfaro por el PRD y otros partidos de izquierda. Esa será la madre de todas las batallas y para ella este trío se prepara en forma, en lo que seguramente será otra sacudida al sistema de composición política de la entidad.
El PRI arrasando en primer lugar, el PAN en un segundo lugar indigno porque perdió todo todo todo, el Verde Ecologista con un repunte que los vuelve a la vida, el voto nulo como cuarta fuerza electoral y el PRD en serios problemas como cuarto sitio que le peleó el PT, es lo que la ciudadanía decidió. Y la participación ciudadana muy baja en todos los casos, en el abstencionismo que junto al voto nulo también es otra muestra de hartazgo que debe ser compensada con reformas de fondo.
La reconstrucción geopolítica de Jalisco es un hálito de esperanza que el PRI debe aprovechar. Una lección de 15 años de ausencia del poder mayoritario en Jalisco seguro servirá para que se pongan a trabajar como cabe esperar de un gobernante. Ese es el triunfo de esta elección, porque el PRI no ganó por la bonita cara de sus candidatos, sino porque la gente ya no quería saber más nada de un panismo gandalla, en donde el pragmatismo echó raíces y la soberbia los hizo sentirse inmortales, muy ad hoc a sus sentimientos religiosos cuasi fundamentalistas. Lo bueno es que a Emilio El Panista, lo que unos poquitos digan, ¡le vale madre!
• garciapartida@yahoo.com.mx
lunes, 6 de julio de 2009
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