Autor: alvaro
RESULTADOS OFICIALES DEL VOTO NULO
PROPUESTA CIVICA
EL VOTO NULO SE CONSOLIDÓ COMO UNA OPCIÓN
DE PROTESTA VÁLIDA, LEGAL Y LEGÍTIMA
Acorde con el PREP, en Campeche, Puebla y San Luis Potosí, el voto nulo fue la tercera fuerza política. En once estados más fue la cuarta fuerza, por encima de todos los partidos “pequeños”.
Prácticamente se duplicó al pasar de 913 mil votos en 2003 a un millón 902 mil con el 99.87% de las actas contabilizadas.
El Distrito Federal tuvo el nivel de anulación de votos más alto con 11.2%, le sigue Aguascalientes con 8.6% y Chihuahua con 7.7%.
El voto nulo y el voto por candidaturas no registradas creció de manera muy importante en estas elecciones intermedias de 2009 al aumentar en su conjunto por 108 por ciento con respecto de este tipo de elecciones celebradas en 2003. En ese año, el voto por candidaturas no registradas totalizó 16 mil 359 votos, mientras que los sufragios anulados fueron 896 mil 649, sumando 913 mil 008 votos en total; por su parte, con el 99.87 por ciento de las casillas computadas en las elecciones de 2009, las cifras dieron 62 mil 101 votos para candidaturas no registradas y un millón 839 mil 971 para los votos nulos, lo que representa un crecimiento de 280 y 105 por ciento respectivamente y lo que totaliza 1 millón 902 mil 072 sufragios.
El voto nulo total (que en este caso incluye al de candidaturas no registradas) ha tenido un aumento importante en el país a tal grado que en Campeche, Puebla y San Luis Potosí se convirtió en la tercera fuerza política. A su vez, esta forma de protesta se ha configurado como la cuarta fuerza política en los estados de Coahuila, Chihuahua, Distrito Federal, México, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo,
Sonora, Veracruz y Yucatán. Asimismo, es la quinta fuerza política en Aguascalientes, Baja California, Colima, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala.
En el Distrito Federal, el total de los sufragios anulados sumaron 337 mil 123 votos, un incremento de 185 por ciento respecto de 2003 y de 253 por ciento respecto de 2006. En tanto que en el estado de México obtuvo 270 mil 836 votos y en Jalisco 142 mil 341 papeletas, lo cual representa 151 y 163 por ciento respectivamente con referencia a 2003. En términos proporcionales, esta forma de protesta tuvo su mejor desempeño en el Distrito Federal con 11.2 por ciento de las preferencias, seguido por Aguascalientes con 8.6 por ciento, 7.7 en Chihuahua, 7.5 en San Luis Potosí y 7.4 por ciento en Puebla.
En tanto, el voto nulo superó al PRD en once entidades: Aguascalientes, Baja California, Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Yucatán. También, el total de los boletas anuladas estuvo por encima del Partido Verde en once entidades y en 29 estados por
encima del PT. Además superó a Convergencia (30), Nueva Alianza (26) y en todos los estados de la República el voto nulo prevaleció sobre el Partido Socialdemócrata.
Con estas cifras, la anulación de las boletas se consolidó como una opción válida, legal y legítima para demostrar el descontento de la ciudadanía ante un sistema de partidos que les representa.
Finalmente, conviene hacer una precisión ya que en diversos medios se ha señalado al movimiento promotor del voto nulo como causante del regreso del PRI. Los resultados electorales muestran otra realidad: mientras que el voto nulo se incrementó en 740 mil 160 sufragios respecto a la elección de diputados de 2006, el Partido Acción Nacional perdió 4 millones 203 mil 835 votos con el 99.87 por ciento de las actas contabilizadas, el PRD-PT-Convergencia perdieron 5 millones 668 mil 331 votos, Nueva Alianza perdió 707 mil 284 votos y el PSD 492 mil 488 votos. En suma, todos estos partidos perdieron 7 millones 808 mil 464 sufragios*.
Por lo tanto, la anulación del voto no pudo causar el regreso del PRI cuando el incremento de este tipo de protesta representa la décima parte de lo que perdieron el resto de los partidos. Quizá los responsables de que regresara el PRI están en otro lado. Quizá fueron aquéllos partidos que renunciaron a sus valores y principios y quienes han tenido un pobre desempeño público. Partidos que no ofrecieron, a la luz de los resultados que ahora conocemos, una opción que estuviera a la altura de las necesidades y expectativas de la ciudadanía y que fuera digna de su voto.
miércoles, 8 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Y ahora sì , que se pongan a trabajar . Los estamos vigilando !
Publicar un comentario